El Noroeste: Clima atlántico, la Navarra siempre verde
La
influencia del cercano mar suaviza las temperaturas de todas las
estaciones y la humedad presente confiere el verdor característico del
Valle de Baztán o la Regata del Bidasoa. Se trata del clima atlántico.
Los inviernos son suaves con mínimas rozando los 12 grados y es
familiar la presencia de niebla y de una lluvia tenue y fina llamada
sirimiri. Los veranos son muy agradables con temperaturas moderadas en
torno a los 22 grados.
El Noreste: Clima de montaña, la Navarra más fresca
Al
desplazarnos hacia el noreste, la cadena montañosa va dibujando un
relieve más abrupto protagonizado por el clima alpino. Las temperaturas
se vuelven más extremas en invierno descendiendo hasta los cero grados
y ocasionando precipitaciones en forma de nieve en las zonas más
elevadas. Los veranos, en los que la temperatura media ronda los 25
grados, se caracterizan por la frescura de sus noches.
Pamplona, la Zona Media y las Cuencas Prepirenaicas: la transición
Conforme
abandonamos el norte de Navarra el clima se transforma gradualmente
dando paso a temperaturas más extremas tanto en invierno como en
verano. Los inviernos, aunque pueden ser soleados normalmente son
fríos, con las precipitaciones habituales de estos meses y puntualmente
alguna nevada, y los veranos son cálidos y secos con noches frescas.
El Sur: La Ribera mediterránea
El
límite meridional de la región, afectado por las masas de aire
continentales de la Depresión del Ebro, presenta un clima mediterráneo
continental. Así, aunque la presencia de sol suele ser habitual, los
inviernos son de nuevo fríos con presencia de viento cierzo. El verano
de la Ribera es seco y está marcado por el sol y el calor, alcanzándose
algunos días máximas de 40 grados.
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